Nunca es dificil recordar los momentos que marcan la vida de alguien. En mi caso no es lo contrario. Yo desperté a mi vida sexual desde muy pequeña. A veces las imagenes que percivimos nos hacen darnos cuenta de lo que aparentemente es malo o bueno, según la perspectiva de cada sociedad.
Yo soy la hija mayor.
Mi famila es un poco rara, como lo han de ser todas de seguro.
Recuerdo muy bien la primera vez que yo vi un pene adulto. Para mí fue todo un suceso. A veces mi mamá me dejaba a cargo de mi padre, que se llama Matías, mientras ella iba de compras o a cualquer mandado.
Yo tendría alrededor de unos 5 años y la puerta del baño de la planta baja de mi casa no funcionaba, se abría sola. Yo estaba haciendo mis necesidades, cuando en eso llega mi padre sin pantalones y con su pene erecto, se coloca frente a mí. Mo rostro quedó a la altura de sus genitales. "hay hija, no te vi, apúrate porque quiero hacer pipí", me dijo. Yo obedecí y me subí mi ropita. Noté que mi padre se me quedó viendo y dijo "¿quieres ver cómo hago pipí?". Acepté. Con una de sus manos empezó a masturbarse y yo estaba a un lado de él. Con la otra mano me acariciaba el cabello, las mejillas, la nariz, los oídos, toda mi cabeza. Después de unos minutos me dijo "ahí va mi pipí" y yo me quedé perpleja porque su supuesta orina resultó ser de color blanca y cremosa luego sí fue orina. "¿te gustó hijita?". Yo dije que sí, sin saber la puerta tan grande que le había abierto a mi padre. Me hizo prometer que no le dijera nada a mi madre y a cambio me llevó a la tienda para comprarme lo que yo quisiera, desde luego que pedí nieve.
Sin darme cuenta me acababan de comprar por el precio de un helado que no recuerdo ni el sabor siquiera.
Muchas más cosas me pasaron con mi padre, pero esos son otros secretos que compartiré después.
excelentes, ya estoy esperando mas, suerte y saludos.
ResponderEliminaryvann31@hotmail.com